Cuentos y Relatos



Buenas noches amigos:


Espero que disfrutéis con este bonito cuento que como todos siempre nos hace reflexionar y nos enseña muchas cosas que con la rutina no le damos importancia.



LOS CLAVOS Y EL AMOR



Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo, que cada vez que perdiera la calma debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.

El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca...

Pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca.

Finalmente llegó el día cuando el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre, y entonces el papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter debería sacar un clavo de la cerca.

Los días pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca..., entonces el papá llevó de la mano a su hijo a la cerca. - Mira hijo, has hecho bien... pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca... ya la cerca nunca será la misma de antes.


Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz, como esos agujeros en la cerca... es como meterle un cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedó hecha... No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida esta ahí. Una herida física es igual de grave que una herida verbal.

Un beso para todos, os quiero
María
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10 comentarios:

Le Fay ʚïɞ dijo...

Tienes toda la razón hay q tener tolerancia porq después uno se arrepiente de lo q hiso cuando esta enojado...
un beso!!

estoy_viva dijo...

Precioso relato como todos los que nos pones, la tolerancia es algo que nos falta pero bastante, ojala que este relato se enseñara y aplicara a todo el mundo.
Con cariño
Mari

Cele dijo...

Es cierto. Todo lo que hacemos y decimos, de alguna manera deja su huella. Tenemos que medir nuestras palabras y nuestras acciones, para no causar causar heridas, por que luego por mucho que nos empeñemos se quedaran las cicatrices. Un beso

Navegante dijo...

Vine a visitarte y a disfrutar de otro de los tantos cuentos deliciosos que nos hacen reflexionar.
Me voy con aromas gratos.
Besos.

DAPHNE dijo...

Hola guapa , es cierto que no somos nada tolerantes , y después nos echamos las manos a la cabeza , sin pensar antes lo que hacemos .
Besitos cielo .

Maria dijo...

Querida Siab: Muchas gracias por venir a verme y es verdad que la tolerancia es primordial. Un beso guapisima.

Maria dijo...

Querida Mari: preciosa cuanto tiempo sin verte por aquí, me alegro muchisimo, llevas toda la razón niña, muchas gracias preciosa, un beso.

Maria dijo...

Querida Cele: Tambien llevas razón las heridas del mal genio siempre quedan en nuestro corazón. Un beso preciosa.

Maria dijo...

Querido Navegante: me alegro de verte y darte las gracias por tu comentario. Un abrazo querido amigo.

Maria dijo...

Querida Daphne: llevas toda la razón deberíamos de pensar antes de proceder y así nos iría mucho mejor.
Un beso guapisima.