Reflexiones



TODO TIENE UNA RAZÓN

Algunas veces nos pasan cosas que son horribles, dolorosas e injustas, pero si llegamos a superar todas estas adversidades no nos hubiéramos dado cuenta de nuestro potencial, de nuestra fuerza o el poder de nuestro corazón, porque todo pasa en la vida por una razón.
Nada sucede por casualidad o por la suerte que podamos tener. Las enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de tristeza. Todo ocurre para probar los limites de nuestra alma.
Sin estas pequeñas o grandes pruebas que la vida nos presenta sería como circular por una carretera recién asfaltada, suave y lisa, una carretera recta sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura sin dirección y sin razón.
Las personas que conocemos afectan o gratifican a nuestra vida, las caídas y los triunfos que experimentamos nos forman en la persona que somos. Incluso hasta las malas experiencias nos hacen aprender. Es más, quizás sean las más significativas.
Si alguien nos hiere, nos traiciona o rompe nuestro corazón le deberíamos dar las gracias porque nos ha enseñado la importancia que tiene el perdonar y nos enseña a tener más cuidado para que la próxima vez estemos seguros de a quien se lo entregamos.
Si tenemos la fortuna de que nos amen, amemos sin más, agradeciéndole el habernos enseñado a compartir nuestro corazón y a disfrutar de las pequeñas cosas que nos ofrece la vida, haciendo de cada instante el más maravilloso de nuestra existencia, porque no sabemos si más adelante estos momentos se volverán a presentar. Nunca dejemos de decir un te quiero, porque lo que no digamos hoy, quizás mañana no podamos pronunciarlo.
Entablemos conversación con aquellas gentes que no hemos hablado nunca, prestándoles toda la atención que se merecen porque sin duda algo nos enseñaran de una u otra manera, aprendamos a escuchar y seremos escuchados.
Cada persona que acaricia nuestra vida nos va dejando una huella colocada en nuestra alma para siempre y seguramente sin darnos cuenta nos servirá para utilizarla en el momento preciso.
Debemos mantener nuestra cabeza bien alta aunque en algunas situaciones nos la intenten agachar, porque la vida da muchas vueltas y el reloj amigo del tiempo nos dará la oportunidad de enfrentarnos a aquello o aquél que nos hizo sufrir.
Nuestra autoestima debe ser fuerte cada día, repetirnos a nosotros mismos que somos magníficos porque sólo así conseguiremos nuestras metas y al mismo tiempo los demás creerán que lo somos, nunca, nunca, nos debemos menospreciar por muy dura que sea la batalla.
Todos necesitamos de todos y si hoy no nos conocemos, quizás mañana nos encontremos y nos daremos cuenta que afectará en algo nuestra vida, porque todo tiene una razón y nada es por casualidad.


Un beso para todos, os quiero
María.

3 comentarios:

Toni Barnils dijo...

Totalmente deacuerdo. Todo tiene una razón. De experiencias y personas todos conocemos, y todos debríamos saber que todo nos enriquece. No olvidemos el amar.

besos

Maria dijo...

Muchas gracias Toni, como tu dices si olvidamos amar, olvidamos los valores de la vida y nuestra existencia.

Un beso.

Shantal dijo...

Todo tiene una razon de ser...pero q duro es a veces, muy buena entrada.

Besos