Querido Diario

Querido Diario:

Buenas noches, diario, ya sé que llevo algún tiempo sin hablar contigo, pero han sido días de alegrías, tristezas y mucho trabajo, pero no me he olvidado de ti, para nada.

Hoy vamos a seguir viajando, aunque tendré que refrescarte lo último que hablamos, pero no hay problema, verás presta atención y te divertirás.

¡Vamos!, ¡vamos!, ¿preparado?...

En nuestra última conversación finalizamos el viaje a Avila, esa ciudad preciosa, y durante toda la semana cada vez que hablábamos mi NAUFRAGO y yo, sentíamos añoranza, y además le habíamos cogido el gusto a hacer turismo y estar juntos descubriendo cosas maravillosas.

A la semana siguiente hicimos planes para ir a visitar Segovia, y sin dudarlo empezamos a trazar nuestro viaje.

Llegado el momento, y con mucha ilusión de volver a estar juntos, nos pusimos en camino, realmente es un paseo corto, pues no está muy lejos de nuestra ciudad, íbamos a pasar un día estupendo y no nos equivocamos.

Al entrar en la ciudad, lo primero que nos recibió fue el majestuoso Acueducto, ¡impresionante!, nos dejó sin palabras, la cámara de fotos se hacía pequeña para fotografiar aquél ejercito de piedras perfectas con piernaslargísimas descansando sobre la ciudad, te sientes tan pequeño ante tanta perfección que no te cansas de mirar.





Los arcos son grandes ojos que te invitan a soñar, y de nuevo la imaginación empieza a volar, siglos de permanencia viendo los tiempos cambiar y él allí majestuoso adornando la ciudad, sin que el tiempo le afectara.

El Acueducto tiene 166 arcos, son de piedra granítica y no tiene ningún tipo de argamasa para unirse, están constituidos sobre sillares y un ingenioso equilibrio de fuerza.

Todo el mundo se pregunta ¿cómo con aquellos medios, se consigue algo tan bello?.

Seguimos caminando, calles empinadas, unas asfaltadas, otras de adoquines, estrechas, conservando su historia, Segovia romántica, en el casco antiguo rodeada de torreones, campanarios y murallas. Fue poblada por los celtíberos y conquistada por los romanos, dejando huella en cada rincón.

Indudablemente perfectos arquitectos con ideas de futuro para perdurar por siglos sus construcciones y poder maravillar a generaciones venideras.

La herencia para construir tan bella ciudad se debe a las culturas judías, musulmanas y cristianas, y de estructura medieval.

Los edificios son bellísimos muy bien conservados y guardando la cultura que en su tiempo fueron construidos, se respira historia con paisajes magníficos, jardines cuidados que le dan aún más armonía y belleza.

Las tiendas pequeñitas, acogedoras, con gentes amables que te sonríen cuando entras, en calles preciosas dónde puedes ir leyendo la historia de Segovia.

No sólo el Acueducto te recibe cuando llegas, también está la Catedral, uffff... es una verdadera joya, yo me atrevería a decir que es la "Joya de las Catedrales", una señora, una dama...

Pero, querido Diario, mañana te contaré la historia de la Catedral, porque esta "joya" se merece un espacio para ella sola.

Te dejo descansar, pues es la hora de dormir, mañana seguiremos de viaje.

Un beso para todos, para mi NAUFRAGO y otro para ti.

Os quiero, María.