Leyendas




Hola amigos:


Espero que disfrutéis con esta leyenda que hoy os regalo y que como todos sabemos puede ser verdad o ficción, pero siempre nos gusta soñar con un caballero enamorado que nos rescate en sus brazos.


LA LEYENDA DE BENIDORM


La leyenda más popular se refiere a que un caballero se enamoró de una bella dama a la que amó profundamente, pero no se atrevió a cortejar, por lo que durante meses pasó por la fuente del pueblo para observar disimuladamente a la joven recoger el agua. Sin embargo, una mañana el caballero esperó y esperó, pero la joven no apareció, por lo que preocupado, fue en busca de su amada para tristemente descubrir que había caído enferma. En aquel momento, en lo alto de la gran montaña, conocida como Puig Campana, vivía un temido pero sabio Brujo, por lo que el caballero decidió arriesgar su vida para subir la gran montaña y así poder consultar al hechicero el padecer de su amada, usando como principal arma, la esperanza de la posible recuperación de la joven.

Tras alcanzar la dura cima de la montaña pasando por un sin fin de dificultades, rogó al cruel mago que le diera la respuesta de la cura para la enfermedad de su amada; él le dijo que no había nada que hacer, el caballero suplicó por una mejor respuesta, pero con una mirada gélida y distante, él le indicó que no perdiera más el tiempo, que asumiera la realidad y que aprovechara lo poco que le quedaba para disfrutar con la compañía de la muchacha puesto que al ponerse el sol la joven moriría irremediablemente, así estaba escrito en las estrellas y así se dispondría. Observó en silencio unos segundos el anciano rostro del distante Brujo y de repente, como un toro cuando un torero asesta el golpe de gracia, tomó consciencia de la cruda realidad, asumiendo que poco más podía hacer salvo tratar de compartir con su amada los últimos instantes de su vida.

Habiendo asumido el funesto sino de la joven, reparó en todas las horas malgastadas tras el largo día en la montaña, por lo que consumido por la desesperación sacó su espada y asestó un golpe a la montaña rompiendo un fragmento de la misma, que cayó al mar, dando lugar a la isla de Benidorm; de ese modo, logró que ese día el sol se pusiera un poco más tarde, ya que cuando el astro rey pasara al otro lado de la alta montaña, seguiría iluminando a través de la hendidura durante unos minutos más el pueblo donde se hallaba su amada, disfrutando así de unos pocos segundos más para bajar y poder acompañar a la bella joven antes de que lanzara su último suspiro. Tal y como había profetizado el anciano, ese triste día, tras el último rayo de luz que logró alcanzar el humilde pueblo, el caballero observó como el alma de la inocente muchacha, abandonaba la belleza de su frágil cuerpo recostado sobre la vieja cama de una casa de pescadores.

Esa misma noche, el caballero colocó el inocente cuerpo de la chica en una pequeña embarcación y subiéndose en ella se dirigió hacia la isla que la desesperación de su amor había creado en las hermosas costas de la bahía de Benidorm. Al encontrarse con la pequeña canoa frente a la isla coronada por una luminosa luna llena de marfil, clavó su espada he hizo que su nave se hundiera permitiendo que las tranquilas aguas del Mediterráneo se llevarán sus almas, asumiendo así su destino y entregándose a aquella benévola luna blanca frente a la roca que fue obra de su amor.


Un beso para todos, os quiero

María.

No hay comentarios: